PDV: ClaireEl haber tenido la oportunidad de estar en España y el reconocimiento de haber trabajado para Dominic aunque fuesen pocos días, abrió las puertas para mí de una forma que realmente no me esperaba.Por primera vez todo empezaba a marchar bien, a tal punto que las deudas que tenía pendientes pude finiquitarlas, aunado a eso decidí adquirir un departamento, aunque no era como el de Tifanny podía decir que era su propietaria, no más desalojos ni decepciones.A pesar del cumulo de trabajo que ahora tenía, me sentía bien, feliz, todo empezaba a encaminarse. Trabajo por doquier, una relación que iba muy bien, pero, tal como ocurre en mi vida, llegaba un punto de preocupación, en este caso se trataba de mi salud, sin poder explicármelo llevaba cuatro meses sin tener mi periodo menstrual, a pesar de que lo había visto como una ausencia normal al llegar a este lapso de tiempo la normalidad no me parecía un buen presagio.En vista de que aún continuaba trabajando para Tifanny por a

Al cabo de unos minutos de haber observado cómo se había retirado, la puerta del departamento volvía a ser tocada, pensando que se trataba de ella abrí rápidamente, de esa manera descartaba que no era asi, ya que quien se encontraba al otro lado era Helen, la cual sin siquiera saludarme accedió para luego admirarme con los brazos cruzados. —He estado llamando, pero no contestas, por un momento creí que todavía te encontrabas en París, pero de una forma extraña presentí que estabas aquí. Veo que los rumores eran ciertos. —¿A qué rumores te refieres? —Como veo que no estas al pendiente de nada te lo diré, pero antes quiero que me comentes que paso con ella, esa chica que catalogas como el sol en tu vida. —Evita mencionarla, sobre todo de esa manera tonta que lo has hecho. —Solo repito la forma en como la mencionaste esa noche. —Estaba ebrio, es lógico que no estaba consciente de mis palabras. —Por supuesto, asi como tampoco estabas consiente en la gala cuando los fotografiaron

—Dominic, ¿qué te ocurre?—ante esa interrogante me zafe del agarre en el que estaba, pretendiendo evadir la situación la actitud de Dominic me desconcertaba.—Solo hablábamos Bob, ¿algún problema?—Pues sí, no me parece la manera en la que tratas a Claire, comprendo lo que ambos…—Como veo que ya lo sabes, debes comprender que el vínculo que ahora mantendremos nos hará conversar seguido.—¿Conversar seguido? ¿Acaso enloqueciste? No pretendo compartir a mi hijo contigo, lo sabes perfectamente.—No discutiré sobre eso, nos veremos luego—el ver que se marchaba provocaba que el enojo que me invadía se acrecentara.—Como puede ser tan cínico, dudo de mi embarazo y ahora…—Calma, no te hará bien enojarte.—Bob, no comprendo su actitud, hasta hace poco no quería saber de este embarazo, incluso puso en duda que fuese el padre.—Claire, no quiero estar de su lado, pero siendo alguien como él es lógico que lo ponga en duda.—¿Cómo? ¿Porque lo dices?—Conozco a Dominic desde hace algunos años y

—De acuerdo, no quiero problemas, vamos a resolverlo de buena manera.—Siendo asi le propongo que revisemos el contrato que Dominic firmo, de esa forma llegaremos a un acuerdo, ¿le parece la idea? Aunque notaba que a Marc le incomodaba lo que mi madre proponía, su cabeza asintiendo me indicaba que mi madre había logrado su propósito.—Dominic, estarás solo unos minutos iré con tu agente a resolver la situación.—¿Ahora? No prefiere en otro momento señora Andressen.—No, cuanto antes resolvamos esto será lo mejor para usted y mi hijo.—De acuerdo, sígame, iremos a mi oficina. Nos veremos luego Dominic.Tras la partida de ambos y ese apoyo de mi madre, me sentía alivianado, al menos no todo estaba mal para mí. En ese pensar, de nuevo ella venía a mi mente y con eso mi angustia se hacía sentir, el no saber nada de su recuperación ni poder estar al pendiente era una agonía. En medio de ese sentir, la voz de Helen resonaba en la habitación.—¡Guapo, que dicha que ya hayas reaccionado!—a

PDV: Claire. Con todo lo ocurrido con Dominic y mi pronta mejoría, al poco tiempo se efectuó mi alta del hospital. Bob por su parte pese a mi estado me brindo una larga licencia para no tener problemas por no desempeñar mi trabajo en la agencia. A pesar de no haber tenido percances para laborar durante todo este periodo, al iniciar los ocho meses mi cuerpo no resistía mi rutina habitual. Tal parecía que el ser una de las mejores maquillistas de Nueva York empezaba a traerme inconvenientes, sobre todo en esta faceta de embarazada que ahora atravesaba. De la misma forma que mi familia se hacía presente para prestarme apoyo, exceptuando a mi madre quien se había mantenido alejada, a Dominic le permití el acceso para que me visitara con frecuencia debido a que decidí acatar cada consejo de mi padre, de esa manera pude mantener la tranquilidad en mi estado, sin embargo, ante su presencia y la de Bob el cual también solía visitarme tal parecía que se disputaban mi compañía, ya qu