El rostro de Sol comenzó a hervir como porra en ebullición, ella por primera vez mostró una faceta que nadie había visto y Alejandra se reía de su amiga de forma disimulada.— Y sumemos los chocolates que me da Lauren, si, estoy más que completa referente a los postres — ella se miró pensativa — tú cocinas bien, también el tío Sebastián, sip, me encuentro perfectamente bien, no moriré en esta vida o al menos no de hambre.— Andrea — Sol miró a la niña tratando de contenerse — tengo unas galletas con chispas de chocolate, si te las doy me puedes hacer el favor de callarte.— Si tengo la boca ocupada obviamente tendré que callarme — ella sonrió — al menos por el momento, ya después no prometo nada. Sol sacó una bolsa muy grande de galletas para Andy y esa fue la única manera que la pequeña se pudo quedar callada, Jake por su parte se encontraba completamente sereno e incluso parecía que ya se encontraba acostumbrado a las locuras de su hija.— La señora Rivera me pidió que te viniera a
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