Todo era alegría, parecía un sueño del cual no querían despertar, a Derek le gustó tanto el lugar que decidió comprarlo, la paz que le ofrecía aquella cabaña no tenía precio y por eso él decidió que fuera para ellos. — Cuando nazca Ashly o Adrian, vendremos para este lugar cada vacaciones, cualquiera de los dos que nazca primero, será el propietario de este nido de amor. Perla se sorprende mucho de que ya le tenga hasta nombres a sus futuros niños, ella lo interpreta como un pedido y ahora se pregunta por qué no queda embarazada, si hace tiempo lo intentan y aún no sucede. — Amor, te has quedado en silencio, ¿Que sucede, no quieres tener hijos? Si es así yo lo entiendo, y pues nos compramos un gato. — No mi vida, claro que te quiero llenar la casa de niños, solo me pregunto por que no ha sucedido. — Es algo muy natural mi amor, cuando la vida o Dios decida darnos uno, será entonces cuando lo tendremos. Ese día fueron a la playa en la mañana disfrutaron del sol y la arena, ya en
Leer más