Inicio / Romántica / La Perla del Ceo / Capítulo 31 - Capítulo 40
Todos los capítulos de La Perla del Ceo: Capítulo 31 - Capítulo 40
74 chapters
Mi esposa
Pasaron los días y por fin había llegado el sábado, Perla se veía muy contenta por el encuentro que tendría con su familia, había preparado una cesta de frutas y las flores que le gustaban a su madre, se vistió con un vestido de rayas muy entallado al cuerpo, el cabello recogido con una coleta y calzados cómodo para pasar el día. Derek no estaba contento, porque aunque no podía acompañarla debido a mucho trabajo, deseaba estar con ella. — Amor no me mires así, también me gustaría que estuvieras conmigo, pero no vas a poder entrar nosotras, que igual te quedarás afuera, yo en cuanto salga de allí, voy directo a la empresa. — Te voy a buscar para que almorcemos juntos, quiero mostrarte algo. Así se despidieron y Perla fue a recoger a su hermana, llevándose la sorpresa de que Carlos también iría, cosa que no era del agrado de ella, ya que su presencia no era grata. — Le preparé el aceite de rosas para frotarle en las palmas de las manos y darle masajes, a ella siempre a encantado, de
Leer más
Socio
Momentos después Perla y Derek entran a un hermoso restaurante y le asignan la mesa más bella y mejor ubicada, ella está fascinada con el lugar y aún mas con la atención, lo que la molestó un poco es que Derek aún se veía molesto. — Este lugar es muy hermoso y acogedor, me gusta. — "A mi me gustas tú". — No me gusta la expresión de tu mirada, es como si aún estas molesto. — ¿Será por que si estoy molesto? Me quedé con las ganas de romperle la cara a ese desgraciado. Como se atreve si quiera a mirarte. — Después de lo que le dijiste, estoy segura que se mantendrá alejado, pero no me trajiste a este lugar para hablarme de Carlos, ¿O si?. — Tienes razón, no vale la pena regalarle el día a ese imbecil. Ellos piden el almuerzo y tratan de olvidar lo sucedido, para solo relajarse y disfrutar su almuerzo juntos, a Perla le encantó el postre, y más por que lo recibió en la boca, de la mano de su amado. — "Buen provecho, tortolitos" Escuchan de repente, una voz conocida de alguien que
Leer más
Domingo Feliz
Ana, había estado tomando tratamiento y por fin veía resultados, se sentía tranquila ya que Dakota estaba siempre al cuidado de Katherine, ella le había preparado una habitación donde se estaban quedando muy cómodas. — Me siento bien después de muchos días, por fin los malestares se fueron. — Te dije que una vez te tranquilizaras, estarías bien ya que solo era estrés y preocupación por el susto que pasaste. — Gracias Sra.Hamdersón, su compañía y cuidados me han ayudado bastante, espero no ser una carga para ustedes. — No digas eso, ustedes son más que bienvenidas y gracias a ti por mi nieta, ¿Te a llamado mi hijo? — Sí, quiere que me valla a vivir a Las Vegas con la niña, para estar cerca de su empresa, pero no quiero hasta sanar, ya no quiero ser una carga. — Te apoyo en que por ahora se queden, la niña aún es pequeña y tú estás en tratamiento, no es correcto, y saca de tu mente que eres una carga, somos tu familia. — ¿Perla vendrá hoy? — Sí, ellos confirmaron que pasarán aqu
Leer más
Te tengo
Lunes por la mañana, Perla se encuentra en su oficina y sin esperarlo ya que no avisó, ve entrar a Juan. — ¿A que juegas? - Le pregunta de una forma desafiante. — ¿No le enseñaron a tocar antes de entrar? Tampoco soy adivina, sea claro y no-me gri-tes. — Hace una semana Daniel te ordenó que me tenias que dar mi 10% y al parecer no te da la gana de hacerlo, ya que te sientes dueña de esta puta empresa. — Le informo que llegó a la oficina equivocada, debió de ir con su hermano. — No hacia falta, por que yo escuche que le dio a usted la orden. — Que bueno que escuchó, y repito él dijo, "investiga que todo sea legal y esté en orden", yo estoy en investigación aún. — Te di una advertencia hace un tiempo y al parecer no fue suficiente, "sal de mi camino, intrusa" Ella se pone de píe muy tranquila enciende el ventilador, vuelve toma asiento y lo mira a los ojos. — Yo no le tengo miedo. — Pues debería de tener. - Él se queda mirando a Perla furioso, por su rostro de satisfacción, en
Leer más
Feliz
Ese día la Sra.Hamdersón iba a salir con su esposo, dejando a Ana en casa sola con la bebé. Como ella se sentía con buen ánimo y sin dolores se queda tranquila y además no estaba sola ya que Rosa, la señora al servicio de la familia se quedó pendiente a cualquier cosa que fuera a necesitar. — ¿Se encuentra usted bien? Yo estaré en la cocina, pero si necesitas cualquier cosa, solo toca esta campana y yo de inmediato las acompaño. — Gracias Rosa pero ya la niña duerme la siesta y yo estoy bien, eres muy amable. En ese momento tocan el timbre de la entrada y Rosa se dirige a abrir, cuando se encuentra con Kevin que había regresado sin avisar, él siempre acostumbraba hacerlo, así que Rosa no fue la sorprendía, en cambio Ana si. — ¡Hola Ana! ¿No me vas a venir a recibir, o te sientes mal? - Él se acerca con un regalo en las manos para la bebé y una pequeña caja para Ana. — Bienvenido a casa y gracias por los regalos, y no, no me siento mal, ahora estoy muy bien, gracias por preguntar.
Leer más
Última visita
Todos lo procedimientos para atrapar a Juan estaba adelantado, Perla estaba en una llamada coordinando para enviar los videos y las pruebas que hacían falta para el caso Olmos. En lo que entra Laudy y se entera de lo que trata la llamada, para luego salir y llamar a Iris. — ¡Hello! — No tengo mucho tiempo, pero cuéntale a tu tío que Perla esta enviando las pruebas que faltaban para hundirlo, no se de que se trata, pero ella no a bajado la guardia. — Escucha bien, si puedes sacar las evidencias que ella tiene, te pagaría puedo ser muy generosa contigo, ella quiere destruir y separar dos hermanos que siempre han estado unidos, no podemos permitirlo. — Eso no se podrá, la señora Perla tiene todo bajo cámara y su oficina es impenetrable, ella se cuida muy bien últimamente. Solo les puedo asistir con información, y creo que no podré seguir haciéndolo desde aquí, ya que todo está bajo cámara y constante vigilancia. — Él tío estará muy feliz contigo por esta información, luego te contac
Leer más
Mi madre
Perla pasa la mañana en su oficina, estaba haciendo el cierre para entregarle a Kevin los movimientos de su empresa, también trabaja en la actualización del software de España, más los pendientes de Word technology, debido a tanto trabajo, almorzó ligero en la oficina. Derek que por su parte tenía varias propuestas nacionales e internacionales, también había pasado la mañana en su oficina, cuando encontró el momento fue a visitar a Perla para asegurarse que ella comiera, sabía que si estaba saturada de trabajo no comía bien. Luego volvió a su oficina pero como las tres de la tarde, pidió frutas, pasapalo, jugo natural, y unas picadera de las que le gustan a su esposa, cuando llevaron el pedido el ordenó que lo dejaran en la oficina de Perla. — Creo estar casi seguro que no has comido nada, no me puedo concentrar, por que se que no has comido bien. Ella se levanta de su silla y va hasta donde él se encuentra y lo besa y abraza fuerte, sin decir mas. — ¿Te sientes bien, por que esa c
Leer más
Despedida
Juan llega al otro día a su empresa, estaba todo golpeado y mordido, con su traje tapó las que pudo, pero los dolores eran muy fuerte, en cuanto entró a su oficina pidió agua para tomarse los calmantes que le habían indicado para el dolor. ¡tock! ¡tock! ¡tock! — Pase. - Grita él poniendo los ojos blancos, por que acababa de llegar y no quería ser molestado. — ¡Buenos días! ¿Como amaneció mi tío querido? - Se presenta Iris. — Tuve un pequeño accidente y me siento adolorido, solo vine por unos pendientes urgente, en cuanto lo firme me retiro, tengo que viajar a Las Vegas esta misma tarde. — Solo vine a felicitarte, tu plan esta funcionando a la perfección, ayer Laudy me llamo y me contó que en cuanto Perla supo sobre la muerte de su madre, se derrumbó y está sumida en una tristeza oscura y sin salida, yo pago por verla hecha nada, se lo merece esa maldita intrusa. — ¿Muerta, has dicho? — ¿No lo sabias? Pensé que tenias algo que ver con tu plan, Laudy me aviso anoche desde que se
Leer más
De vuelta
Dos días después Perla se despierta y decide ir a trabajar, ella se está preparando para ir a la empresa, se baña y se viste, cuando Derek la ve. — ¡Buenos días mi vida! ¿Donde vas? — ¡Buenos días! - Ella se da vuelta y abraza a su esposo y le da un beso. — Voy de regreso a la empresa, si me quedo aquí y sigo en el mundo de mis recuerdos no podré avanzar y la empresa me necesita para tener todo al día, recuerda que tengo muchos pendientes y ya me siento lista para ir de vuelta y además presentaré una nueva propuesta que estoy segura nos ayudará bastante. — Sí te sientes bien y crees que te servirá de mejoría, pues desayunemos y nos vamos a la empresa, pero no quiero que te esfuerce mi amor, si te sientes cansada te detienes. — Así lo haré mi jefe, como ordenes amor mío, pero no me siento cansada, solo quiero ocupar mi cabeza y salir de mis recuerdos. Derek trata de hacer sus días agradables ya que su tristeza se a mudado a su rostro y en las noches se vuelven cascadas su ojos, él
Leer más
Yo soy Anónimus
Cuando termina el día en la oficina, Perla y Derek pasan por la casa de Paola para saber de las niñas y que estuvieran bien, las llevaron a cenar y la hicieron feliz por esa noche, luego de dejarla en casa se dirigen al penthouse. — Amor ¿nos bañamos juntos? Estoy cansado, creo que desde que me recueste en la cama quedaré dormido como un oso. — Sí, ahora subo y nos bañamos revisare que tengo mensajes pendientes, "sabes" la doctora quiere verme mañana, quedé en almorzar con ella. — Solo mantente tranquila amor, ella a querido hablarte desde el incidente de aquella noche. Perla, escuchaste lo que te acabo de decir amor. - Como él no obtuvo respuesta de ella bajó a toda prisa, encontrandola en shock, estaba inmóvil frente aquella pc, no pasó mucho rato para que sus lágrimas comenzarán caer, en lo que él se acerca. — ¿Que pasa amor? Ella no tenía el rostro de dolor como siempre, su rostro era diferente, su mirada había cambiado por completo y él supo detectar que aquellas lágrimas no
Leer más