No conteste, solo recordé cómo me dejo esa noche, mi primera vez, que para muchas chicas es la noche de ensueño, en cambio, para mí fue lo más horrible que me ha pasado, él me dejó muy mal. No quiero más de eso, no puedo continuar lamentándome, quiero ser fuerte, no puedo detener mis lágrimas, que están amenazando con salirse, no podré fingir más, esto me supera. —¿Qué haces? Me estás apretando demasiado, no sabes ni hacer un oral, y pretendes ser mi esposa, eres una ilusa, te enseñaré cómo se complace a un hombre, abre la boca y chupa. Estoy regresando de mis pensamientos cuando siento que enrolla mi cabello en su mano, me hace verle a la cara, trato de sonreír; sin embargo, siento que salió una lágrima. Me sonríe de manera bestial, introdujo sus dedos en mi boca obligándome a abrirla, lo que vino no me lo esperaba, introdujo de un solo su rigidez dentro de mi boca. No dejándome ni pensar, me embistió varias veces con fuerza, cada vez llevándola más a dentro, hasta que toco mi garg
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