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Todos los capítulos de La Viuda de Mi Amante: Capítulo 11 - Capítulo 20
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Capítulo XI
—Sabes que desde que te vi, aquella tarde, el cual yo sí recuerdo, me quedé impresionado de tu belleza, es por eso que no pude sacarte de mi mente y enseguida que te vi, lo recordé, pero nunca pensé, que estarías hoy en mis brazos.—La verdad no recuerdo mucho tu cara, me imagino estás hablando de hace mucho tiempo, pues de ser así, este fue el mejor, el preciso, quizás no presté atención, pero es muy extraño, un hombre tan guapo no pasa desapercibido, tal vez fue de noche y estaba un poco alegre ¿sabes no? —sonrió.—Tal vez fue así, pero dime Marina, ¿Qué haces? ¿Trabajas?—Claro que sí, en una tienda por departamento, tengo mucho tiempo allí, mi cuñada es la dueña de una tienda de ropa sport y la ayudo en todo… a veces me doy unas escapadas como adolescente, pero es para fumar un cigarrillo y pensar, o verme con alguna de mis amigas, es todo y tu ¿Qué haces?—Soy, Edward Long y soy socio mayoritario de una empresa, es una sociedad donde se embarca y desembarca mercancía, es por eso
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Capítulo XII
Transcurrido el tiempo de vuelo, llegaron al aeropuerto, retiraron las maletas y se dispusieron a salir, cuando de pronto el sr. Long, oyó una voz que lo llamó.—¡Edward, Edward! —era Pamela esperándolo, para él fue una gran sorpresa, no se lo esperaba, pensó que se quedaría en casa, quizás fue mejor así, Caroline no tiene que desviarse por su culpa, saludó con cariño, un beso y abrazo a su esposo, demostrándole lo mucho que lo extrañaba. Él le pregunto por sus hijas, ella le contestó y siguieron hacia el estacionamiento, donde su esposa tenía parqueado el carro.Caroline se despidió de la pareja y se alejó en busca de su vehículo. Se subió, lo encendió y luego arrancó, extendiendo el brazo en forma de despedida, igual hicieron ellos, alejándose del sitio a una velocidad bastante moderada, pues a Pam, no le gusta correr, por otro lado, para Ed es su pasión, le encanta la velocidad, se asegura del volante y se aferra a él con precisión, para que al manejar se mantenga perfecto y no per
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Capítulo XIII
Ya, en la tarde-noche, llegó la hora de salida, todos se fueron excepto Edward, él se quedó un rato más para firmar unos contratos, que debían estar listos para el día siguiente, la asistente se marchó sin decir una palabra, él se quedó extrañado de su actitud, pero no le dio mucha importancia, aprovechó el momento y avisar a casa que está por salir, le atendió la Sra. Dolores, luego ella avisó a la familia que el señor ya se dirigía a casa.Edward llegó sin complicación, tuvo una tarde bastante agitada, traía un apetito voraz, quería comer de todo y con un gusto de esos que solo él conoce, además Dolores cocinaba muy bien, tenía mucha sazón en todo lo que preparaba, los dulces eran exquisitos y los asados ni hablar, excelentes.—Buenas noches, ¿están listas para degustar una rica cena? Porque yo, vengo con mucha hambre.—Buenas noches mi vida, si estamos preparadas para comer, anda, ponte cómodo, mientras Lola nos atiende para poner la mesa.Violett, hizo el comentario de la sorpresa
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Capítulo XIV
Transcurrida la noche, las horas pasaron como en un sueño, muy deprisa, los esposos Long, bajaron a tomar el desayuno, se le notaba la felicidad en sus rostros, el amor volvió a tocar sus corazones. Violett ya estaba saliendo y su padre le preguntó:—¿Por qué te vas tan temprano y sin desayunar?—Papá, tengo que estar hoy temprano, voy a práctica de voleibol, es mi primer día y no quiero llegar tarde.—Está bien y ¿con quién te irás?—Pasarán por mí, tranquilo.—No te olvides de recoger a tu hermana, irá a natación hoy.Tomó una manzana y salió apurada, todos los demás ya estaban listos, Edward tomó su chaqueta, Pamela su bolso y salieron con Catherine rumbo al colegio, a veces ella se traslada en el transporte cuando su madre no pueda llevarla, se despidieron dándose los buenos días, junto con un beso y un abrazo.—Te llamaré al llegar cariño —le dijo Edward muy emocionado.—Esperaré tu llamada, mi amor, recuérdame un poco — dijo entre risas.Al llegar a la oficina, Pamela atendió a
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Capítulo XV
El Sr. Long, contestó el teléfono, era un hombre con una voz gruesa y tono sarcástico.—Si diga, en que puedo ayudarlo.—Ya habíamos hablado usted y yo, dígame, ¿está listo para retirar la mercancía acordada anteriormente?—No sé de qué habla —acotó Edward, paseándose por la oficina un tanto preocupado.—Pase por el sitio, esa es la dirección, recuerde llegar a la hora convenida. Sea puntual se le agradece, no debe perder tiempo.—Mire señor, sin nombre, lamentablemente, no tengo que aceptar sus amenazas y tampoco de su mercancía, no sé qué quiere, mi compañía no ha recibido nada al respecto como indica, diga de una vez por todas, asuma su equivocación y por favor déjeme en paz.—Lo siento mucho, señor, pero eso no será posible, ¿o no recuerda los papeles, que usted mismo firmó con su puño y letra en Texas hace unos meses?, ¿le refresqué la memoria? Su empresa y la nuestra firmaron un convenio, ahora le toca cumplir, si no sufrirá las consecuencias.—A ver, explíquese.—Por medio de s
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CapítuloXVI
Quizás sienta celos de ellos dos, pero cómo reaccionaría Pamela, si supiera lo que había pasado en el barco entre ellos y, a pesar de que Pam amaba a Ed, ella también disfrutó de la pasión en los brazos de Ascanio, en varias oportunidades, son secretos que ambos guardarán celosamente, aunque se amen en lo más profundo.A Camila le gustaba bromear, con ciertas cosas, jugaba con fuego hasta quemarse, ella no se quedará tranquila, está enamorada de Edward, le gusta mucho y eso la hace ser odiosa con su amiga de la universidad, no dejará tan fácil la pelea por ese hombre maravilloso, ella es capaz de todo y aprovecha la oportunidad que tiene ahora, que su novio no está en la ciudad.La noche nos sorprendió a todos, la tarde pasó como brisa al mar, el señor Long, le tocaba dar un explicación de lo acontecido, la cena estuvo deliciosa como de costumbre, la mesa elegantemente vestida, la comida excelente, todo marchó bien, aunque por las hijas, ellos supieron cómo hacerlas sentir a gusto, s
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Capítulo XVII
—Ha de tener cuidado Sr. Long, esa gente es de mal proceder, cuando se entra en ese mundo, es otra cosa, atan a las personas con cadenas y no las sueltan hasta ver dónde llega la lealtad, y ya sabe que viene después.—Lo sé, lo sé, tengo que dar con él, lo buscaré hasta por debajo de las piedras, no se saldrá con la suya, me tiene que explicar que sígnica todo esto.—De saberse, mi reputación rodará por el suelo, involucré a los socios sin darse cuenta y eso me tiene muy desconcertado, abrumado, hasta perder el apetito.—No solo el apetito, Edward, perderá hasta su seguridad y la de todos en la empresa.Llegada la hora de la cita, Pamela, llega antes al restaurante, se acomoda en una mesa, miraba de vez en cuando, para visualizarlo y hacerle saber que está allí, ella pide un refrigerio y esperó por un rato, a distancia lo observó y le pareció muy extraño, que viniera con la asistente, se suponía, que serían solo ellos asistiendo al lugar.—Hola amor—saludó Ed, con un beso en la mejill
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Capítulo XVIII
Con este tipo de gente nadie puede jugar, son inescrupulosos no les importa nada ni nadie, solo tienen el propósito de conseguir que sus negocios marchen de maravilla, eso es una mafia controlada, donde están involucradas grupos de personas de todo tipo, una masa muy poderosa que están por encima de cualquier espécimen el cual trabaje para ellos, operan por todo el mundo, embaucan a ciertas compañías para no tener que pagar impuestos y darles las cantidades de dinero a dicha empresa , así lo hacen parecer legal, no les conviene seguir ese tipo de regulaciones, y es por eso que se define como delito, tienen el poder del dinero a manos llenas cosa que hace aplastar a los demás como cucarachas, analizando todo esto, es más que evidente que el Sr. Long tiene las de perder. Finalmente, Edward acudió a la cita, se encontraba excesivamente incómodo, su cuerpo de pronto se puso pesado, sus pasos eran lentos, se sentía como si la hora de ir a la guillotina había llegado, como imaginar que ese h
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Capítulo XIX
Los días pasaron sin novedades, no se sabía nada de Ascanio y Camila ni del Sr. Paul Branner.Edward estaba descansando de toda esa patraña, quizás están buscando a quien más a engañar y no necesitan del Sr. Long, por ahora. Faltando poco tiempo, para el cumpleaños de su hija Catherine, Pamela con un poco de estrés debido a tantos preparativos. La floristería, Flower’s Camp, ubicada en la calle de las flores, pertenece a los padres de la mejor amiga de Cati, muy nombrada y reconocida, por todos los arreglos y adornos, son hermosísimos. El vestido lo quiere mandar a hacer con la modista de su confianza. ¡Quedará muy lindo! Catherine es una chica, de buenos sentimientos, dulce y ama a sus padres, tiene rasgos de su papá, con un cabello, dorado como el sol, ya falta menos para el evento, las tarjetas son un sueño, especialmente mandadas a hacer, con un lindo detalle y entregadas a tiempo, Pamela deseaba que la fiesta se hiciese en la mansión, pero a su esposo no le pareció buena idea, y
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Capítulo XX
La Noche nos cubrió con su oscuro manto, los ánimos estaban caídos, todos estaban en la sala, Catherine jugaba en su tablet, Violett se comunicaba con sus amistades y los esposos Long Harrys, conversaban de cómo le fue a cada uno en el trabajo, comentaron la comida de Dolores, entre otras cosas de suma importancia.—Ya me retiro señora, todo está en orden.—Bien Lola gracias, hoy la comida estuvo deliciosa, nosotros también nos vamos a retirar, buenas noches. Dolores Moreno es una mujer bien organizada, le gusta la limpieza, cocinar, es muy ordenada, todos la quieren mucho, tiene años trabajando con ellos. Llegó desde Tapachula, México. Trabajó con varias familias, pero no le fue muy bien, la maltrataban muy mal, verbalmente, una sobrina la aceptó cuando salió de su tierra, la postuló en una agencia doméstica, de allí fue recomendada a la mansión de los Long, Pamela, enseguida se dio cuenta que era la indicada, para trabajar en los quehaceres domésticos, desde entonces nos ha servido
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