Alina abrió sus ojos lentamente, parpadeó confundida, ya que estaba presionada contra un cuerpo masculino. Lo miró un momento, saboreando la sensación de tenerlo así, cerca suyo. Dante era muy guapo, parecía un modelo: tan sensual, tranquilo, y sereno. Iba descubriendo por qué se había enamorado de él en un primer lugar. En el tiempo que llevaba conociéndolo siempre se sintió cómoda. Si, un poco cohibida pero lo superó rápidamente a medida que Dante le iba contando y sonriendo más. En los meses previos, creyó que tenía dormida sus hormonas, ya que ningún hombre le atrajo ni siquiera un poquito. Y eso que su prima no dejó de mostrarle posibles, como ella decía, “guapetones”. Su prima era amorosa, era menor en realidad, pero actuaba como una leona con sus cachorros. Ella y Ángel vendrían a ser sus cachorritos.Si bien, técnicamente no eran primas, ella la amaba como si lo fuera. Era la mejor prima que podría haber deseado.Se desprendió de Dante suavemente, evitando despertarlo. Se diri
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