Lo veo sentarse con calma en su asiento, estirándose en el espaldar de la silla, para luego pasar su mirada alrededor del lugar, con mucha mayor calma de la que me imaginé, aunque pensándolo mejor no es para nada extraño, ya que ese entrenamiento es exactamente el que tuve yo misma en el pasado.—Realmente no fue demasiado difícil, aunque de igual no me siento bien al haber hecho todo eso.— ¿Por qué? ¿Te sienta mal volver al rodeo?—Pues sí, es un poco extraño. Ahora que recuerdo lo que me dijiste aquella tarde tiene sentido, por eso mismo estoy agradecida de que me hayas ayudado, ya decía yo que era muy extraño que entrará sin problemas.—Te lo debía de una cuenta que tú sabes que teníamos en el pasado, puedes tomarlo como que nuestra cuenta se encuentra saldada, me ayudarás ahora, así como yo te ayudé hasta hace un par de meses atrás.—Gracias, de no ser por ti, no hubiese sido capaz de…—Pierde cuidado, lo hice porque sabía que había tomado una mala decisión en el pasado, así que
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