— ¿Estás bien, Ross?, ¿qué haces allí sentada?, pase hace rato y te vi en ese mismo lugar, ¿te pasa algo? —preguntó Elon con inquietud al verla.— ¡Elon!, —expresó Ross con sorpresa, tenía tiempo que no lo veía, y encontrarlo en esas condiciones, no fue lo más acertado; sin embargo, le sonríe con timidez.— Sí, Ross, ¿te encuentras bien?, ¿por qué estás así? —expresa el hombre y se le acerca, cuando es interrumpido por la acompañante de ella.— Disculpe, señor, ¿Usted la conoce? —espetó a la mujer quien ya está cansada de estar allí esperando.— Claro que la conozco, ¿usted quien es? —preguntó Elon extrañado al ver el interés de la mujer.— Soy su acompañante, es que ella no puede andar sola por su condición —susurra la mujer—, estoy llamando a su esposo, pero no contesta, ¿debe estar en una reunión o algo así?, estamos esperando a ver si nos viene a buscar, la señora no se quiere mover y ya no sé qué hacer.— Si usted lo permite, las puedo llevar. De esa manera, no tienen que continu
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