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Todos los capítulos de Una madre para Connie: Capítulo 71 - Capítulo 80
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Capítulo 71: Tirado en el abandono
Gerald miró a Samantha después de lo que hizo, lo hirió al lanzar la sortija sin detenerse a pensar cómo le afectaría emocionalmente el hecho de deshacerse de un símbolo que representaba el compromiso que ambos tenían después de haber demostrado el amor que se tenían.Samantha se fue a dormir y dejó al CEO allí solo. Él al ver que a ella no le importaba cómo pudiera sentirse, se lanzó a la alberca a buscar el anillo. Estaba desesperado y ansioso por encontrarlo, le costaba fijarse bien dónde había caído, y a esa hora de la noche la luz impedía aún más lograr su objetivo.Después de varias horas, al fin lo encontró. En ese momento, se dio cuenta de lo mucho que le había costado encontrarlo, tal como se le estaba haciendo cuesta arriba volver a verse feliz junto con Samantha, pero debido al rechazo que estaba recibiendo de su parte, no sabía si insistir era la mejor opción para que volviera a su lado.Salió de la piscina y subió rápidamente a cambiarse de ropa, hacía frío afuera y no qu
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Capítulo 72: Randy
Gerald se entusiasmó, tal vez esa salida lograría que cambiara un poco sus pensamientos negativos. ¿Desde cuándo dejó de divertirse? ¿Cuándo dejó a sus amistades de lado? Eran preguntas que pasaban por su cabeza. Le hubiese gustado ir en compañía de Samantha, sin embargo, debía asumir que ya no habría nada entre los dos.Se dio una ducha, se vistió y salió al encuentro con su amigo. El perfume que usaba Gerald tenía un aroma muy agradable y exquisito, cualquier mujer caería rendida a sus pies de solo olfatear un poco el cuello de su camisa. Al llegar al bar, observó que su amigo ya se encontraba sentado en una mesa, iba acompañado de dos chicas muy agradables a la vista, ya sabía por dónde venían las intenciones.—¡Por aquí Gerald! — gritó el sujeto haciendo un gesto con su mano.Caminó hasta la mesa y lo saludó con un apretón de manos y un abrazo.—¡Amigo! Tiempo sin compartir contigo. — mencionó.—Te presento a mis dos amigas, quisieron acompañarnos un rato. Ya sabes, mejor acompaña
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Capítulo 73: El abuelo
Gerald no se creyó el cuento de Randy, no podía creer ni una sola palabra de lo que ella le comentó, pero Randy le insistía a Gerald que le creyera, todo lo que había hecho ella había sido por amor.Randy lloró en frente de Gerald, las palabras del CEO la hirieron, aunque la mayoría de las veces Randy actuaba para conseguir lo que quería, esta vez no, le dolió el hecho que Gerald le dijera que no se había casado por amor, fue como decirle que nunca la quiso, ni siquiera un poco.Gerald trató de consolar a Randy, la calmó para que dejara de llorar, pero él no le creía ni una palabra de lo que decía, confiaba más en su familia, por lo que decidió llamar a sus padres para que fueran a su casa luego de que Randy se marchara y él poder averiguar bien qué fue lo que sucedió hace años. Si era cierto de que su abuelo la había corrido y que no la quería.Luego de que Randy estuviera calmada, Gerald le pidió que se fuera para luego conversar.— Por favor Randy, te prometo que hablaremos de esto
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Capítulo 74: Sentido de culpa
Luego de alistarse, salió de la casa para subirse a su camioneta y conducir al lugar donde se encontraba el mayordomo de su abuelo. Al alejarse de la ciudad, Gerald reflexionó y pensó en Samantha, en cómo había decaído por ella y cómo le afectaba el hecho de saber que ya no tenía ninguna oportunidad con ella. Se cuestionó muchas cosas e incluso pensó que podría darle una oportunidad a Randy de perdonarla.«Si mi abuelo te echó por una tontería, entonces mereces que te dé una oportunidad, no para que regreses, sino para que al menos trates a la hija que abandonaste» Pensó Gerald mientras conducía.Gerald condujo en silencio, no llevaba música en el reproductor ni nada, lo estaba matando la incertidumbre y solo esperaba encontrar alguna respuesta. Al cabo de una hora y media justo como lo había dicho su padre que demoraría en el recorrido, llegó a la casa del mayordomo. Gerald no le avisó antes que se dirigía hasta allá, simplemente quiso llegar de sorpresa y conversar con él.La casa d
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Capítulo 75: Samantha intenta ayudar a Gerald
Pasaron los días y las cosas iban de mal en peor, a Gerald le estaba yendo mal en su vida amorosa y en laboral, había estado tan ausente los últimos días que no se percató que el desarrollo del nuevo perfume no había salido bien, las ventas no estaban siendo buenas y no le hicieron seguimiento en cuanto al control de calidad, el marketing publicitario no era el adecuado y fue un total fracaso, la depresión de Gerald llega a tal punto que se culpa de todo lo que estaba pasando en su vida.— No merezco ser feliz, soy un perdedor, un inútil bueno para nada — Exclamo Gerald en voz baja para sí mismo.El CEO se echaba la culpa de todas las desgracias que le estaban pasando en su vida. Poe otro lado estaba Randy interfiriendo en su vida de nuevo, está vez quería la custodia de Connie, amenazando a Gerald con quitársela, eso lo desmoronaba, él no quería perder a la niña, Connie significaba todo para Gerald.Samantha siente lastima por el CEO, había intentado hacer las paces con él, pero Gera
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Capítulo 76: Custodia
Gerald después de que Samantha le colgara el teléfono, gritó para liberar la ira que llevaba dentro y lanzó el vaso de wiski contra el espejo quebrándolo por completo. Se enojó consigo mismo después de haber rechazado a Samantha. El CEO no la había rechazado porque no quería verse con ella, sino más bien por orgullo y como autocastigo hacia su persona de no merecer a nadie, su conducta y carácter era muy explosiva, siempre que se enojaba lanzaba las cosas para liberarse, eso fue algo que demostró en agresión física contra Samantha al momento de que ella saliera herida.Gerald llamó al ama de llaves para que ordenara un nuevo espejo y le consiguiera un nuevo vaso de wiski.— Por favor, también tráeme la botella, necesito ahogar mis penas con alcohol, no le digas a nadie que estoy en mi habitación, si alguien pregunta por mí, por favor diles que estoy de viaje o que se yo, atiendan a Connie hasta que llegue Samantha, no sé a dónde diablos fue — Informó Gerald con la lengua algo trabada
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Capítulo 77: Despreciada
Connie terminó de practicar al futbol y jugar, ya se sentía cansada. Le dijo a sus padres que ya se quería ir y Gerald asintió con la cabeza para afirmarle que ya era momento de regresar a casa.— Es suficiente mi vida, ya te ves bastante cansada y jugaste mucho, ya regresemos a casa para que comas algo sabroso — Informó Gerald a su hija Connie.— Ven mamita, déjame limpiarte las piernas con esta toallita húmeda, las tienes sucias de tierra — Mencionó Samantha cargando a Connie.La familia regresó a casa, en todo el camino fue un total silencio entre Gerald y Samantha, casi no se dirigieron la palabra, únicamente conversaban cuando Connie hacía ciertas preguntas, la pareja se limitaba a contestarlas.Al llegar a la casa, Samantha ordena que bañen a Connie mientras ella se ocupaba de la comida.Samantha sentía cierta tristeza, no quería estar más tiempo sin tratar a Gerald como un desconocido o jefe, el CEO tampoco quería continuar con la ley del hielo, pero ambos eran demasiado orgull
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Capítulo 78: Valentía o cobardía
Durante el día Gerald no mejoraba para nada, la fiebre no le bajaba, le dio dolor de cabeza y no había comido ni siquiera un bocado de lo que Samantha le hacía. Un par de horas más tarde luego que Samantha llamó a los padres de Gerald, llegaron por fin a casa.— Gracias al cielo está aquí, estoy muy preocupada por Gerald, necesito que mejore, me da miedo, tiene el rostro pálido y los labios secos, no quiere tomar medicamentos y está respirando con dificultad — Informó Samantha desesperada.— Tranquila hija mía, ya estoy aquí para ayudar, te daré un par de antibióticos y un par de cosas que traigo aquí — Comentó la madre del CEO.El padre de Gerald había ido a la empresa en su nombre, necesitaba suplantarlo porque ya él llevaba varios días ausente y las veces que iba, no estaba concentrado del todo haciendo que las cosas salieran mal. La empresa estaba en graves problemas y necesitaba que algunos de los dueños estuvieran presentes para tomar decisiones certeras y organizar la compañía.
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Capítulo 79: Asalto
Gracias a los cuidados recibidos por su madre y Samantha, Gerald amaneció mucho mejor de salud, ya el malestar había desaparecido y al despertar se dio cuenta que Samantha se había quedado dormida a su lado. «Parece que se esforzó demasiado» pensó, la cargó con cuidado y la llevó a la cama, abrigándola con una manta, para luego pasar al baño, asearse e irse al trabajo. Ya se encontraba óptimo y no podía desatender los asuntos laborales, a pesar que su padre se estaba haciendo cargo.Luego de prepararse, estaba por subirse al auto para ir a la empresa cuando recibió una llamada.—¿Sí? — contestó.—¡Primo! ¿Cómo estás? — saludó el primo de Gerald—¿Qué tal? Bien, ya mucho mejor, ahorita me disponía a ir al trabajo, de hecho, estoy por conducir. ¿Tú cómo has estado? — contestó.—¡Me contenta! Pues, no quiero quitarte demasiado tiempo, llamaba para comentarte que un gran amigo abrió un bar hace poco, y quería saber si te animabas a ir conmigo un rato, se llevará a cabo una reunión, bueno,
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Capítulo 80: El bar
—Ryan, un placer. — dijo presentándose a Samantha—Samantha, muchas gracias por salvarme la vida. — mencionó un tanto acelerada.En ese preciso instante, Isabel salió de la tienda y los vio conversando.—¿Qué pasa Sam? ¿Lo conoces? — preguntó empezando a preocuparse, pues no sabía de quién se trataba.—Isa, amiga. Él es Ryan, y acaba de defenderme de un hombre que intentó asaltarme. Juro que no lo vi, apareció de la nada en su motocicleta — explicó.—Pero ¿estás bien? ¿te hizo algún daño? Ese desgraciado… — preguntó observándole todo el cuerpo.—Descuida, estoy bien. Gracias nuevamente Ryan, fuiste como un ángel que llegó en el momento adecuado.—¡Vaya! Gracias por eso. Me disculpan, señoritas, justo estaba yendo al trabajo, cuídense mucho, últimamente las calles son muy peligrosas. — agregó.—¡Ve con cuidado! — se despidió Isabel.Samantha solo asintió y dijo adiós con un gesto de mano.—Qué bueno que ese chico estuvo presente, pudo haber sido peor ¿no crees?—Sí, de verdad que corrí
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