Gracias a los cuidados recibidos por su madre y Samantha, Gerald amaneció mucho mejor de salud, ya el malestar había desaparecido y al despertar se dio cuenta que Samantha se había quedado dormida a su lado. «Parece que se esforzó demasiado» pensó, la cargó con cuidado y la llevó a la cama, abrigándola con una manta, para luego pasar al baño, asearse e irse al trabajo. Ya se encontraba óptimo y no podía desatender los asuntos laborales, a pesar que su padre se estaba haciendo cargo.Luego de prepararse, estaba por subirse al auto para ir a la empresa cuando recibió una llamada.—¿Sí? — contestó.—¡Primo! ¿Cómo estás? — saludó el primo de Gerald—¿Qué tal? Bien, ya mucho mejor, ahorita me disponía a ir al trabajo, de hecho, estoy por conducir. ¿Tú cómo has estado? — contestó.—¡Me contenta! Pues, no quiero quitarte demasiado tiempo, llamaba para comentarte que un gran amigo abrió un bar hace poco, y quería saber si te animabas a ir conmigo un rato, se llevará a cabo una reunión, bueno,
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