Finalmente, llegamos a casa, por todo el camino no hizo más que regañarnos por ser unos imprudentes e irresponsables.Como era de esperar, mi primo Rodrigo habló con él y se echó la culpa de todo lo sucedido, cosa que es cierta, si él no hubiera besado de esa manera a Sabrina nada de esto nos hubiera perjudicado.Para ingresar a casa lo hicimos por la parte trasera de esta para que nadie se diera cuenta de la hora que llegamos. Si nos llegaran a descubrir ardería Troya.Papá prometió no decir nada al respecto y eso hizo que sintiera un gran alivio, la verdad es que estar frente al ojo de don Fernando es como si estuvieras a punto de ir a la guillotina. Una vez dentro de mi habitación me deshago de toda la ropa, aún siento el olor repugnante de la celda en mis fosas nasales.Entro al baño para darme una relajante ducha y finalmente irme a descansar. Mañana me espera un día un tanto pesado y serán poco lo que podré dormir, claro si logro apartar de mis pensamientos a Marcos, el amigo de
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