Cuando sus ojos se abrieron, lo primero en lo que se enfocaron fue en su vestido de novia. Alguien había tenido la amabilidad de colocarlo en un maniquí para ella, pero se las arregló para parecer animado, lleno de vida propia, como si pudiera ir a la iglesia, caminar por el pasillo y casarse con Jasha sin ella.Ese pensamiento fue levemente reconfortante, un respiro de esta boda que todavía era técnicamente un matrimonio arreglado, incluso si ella realmente había llegado a la idea.Las almohadas en las que descansaba su cabeza habían atrapado muchas de sus lágrimas cuando sus padres le arrojaron por primera vez esa bomba de noticias.No había pasado mucho tiempo entre sus lloriqueos sobre la idea y hoy, solo tres semanas, sin embargo, dentro de ese breve intervalo, logró llegar a un acuerdo, encontrar algo de paz e incluso enamorarse un poco de Jasha, y la idea de convirtiéndose en su esposa.Ese hecho todavía la molestaba. ¿Cómo había ocurrido todo eso? Ahora, en realidad estaba alg
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