Agnes.Fue difícil separame de Drako, pensé que ya había olvidado como se sentían sus caricias, pero me temo que es todo lo contrario, se encendió de nuevo esa chispa que estremece mi piel. Es sin duda una de las experiencias mas placenteras que he vivido, el pelinegro es adrenalina pura, es como un demonio que me invita a pecar cada vez que intento caminar hacia la oscuridad. Fue el, el que me ayudo a descubrir los sabores de la intimidad, aprendí muchas cosas a su lado… sensaciones que aun provoca cada vez que su profunda mirada recorre mi cuerpo. Me excite con la manera en la que reclamo que sigo siendo suya, quería gritarle que me llevara lejos y me castigara como solo él sabe hacerlo. Me contuve porque ahora me encuentro confundida con lo que siento.Por una parte, se encuentra Drako, una bestia que me consume de pies a cabeza, un dominate nato que me somete a su antojo sin otorgarme palabras de cariño, pero si me protege con su vida asegurando que nada ni nadie podrá tocarme. De
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