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53 chapters
El chisme
+Después de media hora de pura soledad me fui a encerrar a la habitación, ahí me quedé hasta desmayarme de sueño y aburrimiento, luego de un par de horas no tuve de otra que levantarme, ya que mis ojos pudieron apreciar que Leo no había aparecido, por eso me levanté enseguida antes que Leo me sorprendiera y como soy un alma libre salí de la habitación, dirigiéndome a la cocina para ayudarle a nana con algo de la cocina y de paso que me enseñe a preparar un par de galletas, esta vez quiero que las haga con figuras o mejor un pastel de chocolate.Un pensamiento aterrador llegó a mi mente, si no está nana para ayudarme puedo pedirle ayuda a santo Google o el mero YouTube, no me cabe duda que ahí encontraré todos los ingredientes que necesitaré. Creo, no es que esté segura, pero los ingredientes deben estar en la cocina. Es obvio que luego de la preparación se tiene que llevar al horno.Entrando a la cocina pegué un grito al cielo porque nana estaba ahí, no dude ni un segundo en correr h
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No a la cocina
+¡Oh, un día más con mi almohada!Abrí los ojos cuando el sol me dio en la cara y me froté los ojos para asegurarme de que mi esposo estaba junto a mí, pero al parecer se quedó trabajando como un día más de vida. Vi que mi marido no estaba conmigo. Todo lo que me quedaba eran las almohadas y la cama suave y ancha.Solo me queda esperar que mi esposo amado no vaya a regresar con mal humor porque uno de sus socios no hizo lo que ordenó.Tiré las cobijas, me levanté de la cama y corrí al baño, ¡quería hacer pis, pis! Mi vejiga casi reventaba y estaba segura de que iba a tener mucho dolor. Cuido mucho mi vejiga, lo raro que ultimadamente me han dado ganas de ir cada cinco a diez minutos al baño.Terminé de orinar, luego me dirigí hacia el lavabo y me perdí un momento frente al espejo; mi rostro es un completo desastre, mis ojeras me dicen que debo dejar de estar pendiente en la hora de llegado de Leo, ya sea de noche o de madrugada. Antes de que saliera del baño me cepillé los dientes, t
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Epílogo
+—Feliz cumpleaños, a ti… Feliz cumpleaños, a ti… Feliz cumpleaños, a ti… Feliz cumpleaños mami nana... Feliz cumpleaños, feliz —todos comenzamos a aplaudir y a cantarles un “feliz cumpleaños”, a nana. Todos estamos rodeando la mesa donde se encuentra el pastel, ella está con una sonrisa de oreja a oreja. No esperaba la sorpresa y eso me gusta porque significa que todo funcionó, y que todos mis esfuerzos no fueron en vano. Leo me había propuesto que toda la celebración se hiciera dentro de casa y no por fuera. —Te amo —mi esposo susurra cerca de mi oído—, gracias por hacer todo esto increíble y de que mi nana tenga un día especial. —Amor, sabes que todo lo hago con amor y que por el tiempo que llevo junto a ella me ha abierto las puertas de su corazón y eso lo valoro demasiado. Anoche, Leo nos dio la gran noticia de que estamos fuera de peligro y que sin ningún problema podemos regresar a mi ciudad, pero... Una parte de mí no está de acuerdo con eso, no quiere volver, es que una
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