Fernando volvió a declararse. “Me gustas Keila”. Ella se giró para verlo. “Me crié en una familia extraña, mis padres vivían de su trabajo y en viajes, fui criado por nanas y maestros, siempre di lo mejor de mí estudiando y trabajando duro, nunca tuve la oportunidad de tener novias o una relación con alguna chica, solo… encuentros casuales, pero nada serio y muchas de las veces era por que ellas me buscaban, yo no tenía que hacer nada, tú eres distinta, vienes de una buena familia unida, tienes un trabajo estable y me gusta tu dedicación de ayudar la gente, eso me beneficia aún más en mi carrera al tener una esposa como tú ”. Keila fue franca con él. “Puede parecer tonto, pero yo busco un amor inolvidable, algo así como un príncipe azul”. Ella se burló mirando de nuevo el paisaje. “Alguien que esté conmigo, que crezcamos juntos, tomarnos de la mano y caminar por la playa, que sea detallista, que me ame por mis defectos y virtudes y desee estar conmigo para siempre, que en algún mom
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