Me encantaría decir que la mañana se mostraba en todo su esplendor, que yo estaba más que encantada con la situación y que la vida me daba un nuevo rumbo, pero no era así, estaba aquí abriendo mis ojos con un hombre a mi lado, no era como esas borracheras en las que te levantas con desconocido, no, claro que no, estaba con nada más y nada menos que mi esposo, aquel hombre de belleza admirable y digna de enloquecer a la más orgullosa de la mujer, digna de ser admirada, aquel que tenía sus ojos cerrados y se veía tan tranquilo, mientras yo no podía creer lo que había pasado, no podía asimilar nada de lo que ocurrió anoche, pues él y yo habíamos estado juntos, juntos de juntos, juntos de uno solo, juntos como de qué locura, si locura, porque era una locura, era cierto que era mi esposo.Era cierto que nos llevamos muchos mejor de lo que mencionaba la historia original, aquel libro caótico y terriblemente mal escrito, pero no logro comprender, no logro asimilar el hecho de que el ahora es
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