—No has salido en todo el día de tu habitación —Me comenta Felipe cuando entra a mi cuarto y se acerca a la cama en la cual estoy recostada — Baja a cenar con nosotros ¿Para qué? Para ser ofendida de todas las formas posibles, no gracias.—Estoy cansada —Estás triste cuando ayer estabas radiante—Él desliza su mano hacía mi mejilla —Estoy bien, señor y no tiene que fingir que no se percata del odio de su familia hacía mi.—Mi madre siempre ha sido autoritaria, cuándo murió Fabricio, quien era su adoración, su carácter aumento y Federico solamente es un muchacho confundido.—Pero yo no tengo la culpa de sus traumas —Solté sin más —Ten un poco de paciencia con ellos. Los convenceré de desistir de esa tontería, confía en mí.Al mirarlo a los ojos algo me dice que está siendo honesto, pero también siento en mi interior que debo desconfiar de un Salvatierra.—Isabel soy consciente de que mi hermano fue quien inició tu sufrimiento al involucrarse con tu madre. Ellos se amaban mucho y no l
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