El león juzga por su condición Alana volvió a la cocina minutos más tarde, su cuerpo aún temblaba por el beso tan apasionado que Matthew le había dado. Se sentía en las nubes, era la sensación más increíble que atravesaba cada fibra de su ser, Alana no tenía idea de que así se sentía el amor.Cuando finalmente terminó de limpiar la cocina, dejó ordenada la sala y volvió a la habitación, para su decepción, Matthew estaba dormido, pero no pudo culparlo, era tarde y él había tenido un día muy ajetreado, entre la salida del hospital, las visitas y el posterior beso… Alana negó, cogió su ropa de dormir y se fue a la ducha, necesitaba enfriar su cuerpo y poner en orden sus pensamientos. Una hora más tarde se unió a Matthew en la cama. Alana había fallado en sus dos misiones, su cuerpo estaba ardiendo y sus pensamientos era un caos de deseo, pero Matthew estaba lesionado y tendría que esperar, Alana había tomado la firme decisión de seducirlo, era eso o alejarse de él, porque el amor y el d
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