Parte 1...Bianca...Me fui sin siquiera buscar a Adriano, realmente quería ver a Emília. Necesito su compañía, la echo de menos. Después de tanta emoción acumulada, escuchar su voz me hace mucho bien.Gracias a Dios, hoy está lúcida y hablamos mucho. Ojalá fuera siempre así.Está emocionada y me mostró el bordado que por fin había terminado después de tanto tiempo. Incluso había empezado un nuevo cuadro con un tema abstracto, que era el que más le gustaba y así me enseñó a pintar a mí también, pero yo prefiero los paisajes.Pasamos un buen rato en el pequeño patio trasero de la casa mientras me enseñaba a mezclar las pinturas y a dibujar en los lienzos para crear algo único.Cuando llegó su almuerzo, comimos frente a la televisión, viendo un programa de cotilleo sobre artistas. Una tontería que hoy la divierte.Desgraciadamente, noté que su mente volvía a escaparse y me miró dubitativa, ya no sabía quién era yo de nuevo y me preguntó si era amigo de su hija.— Mi Bianca está aquí en
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