ISABEL.- Estaba sentada en el banco de un pequeño parque esperando a mi amiga Jessica, veo mi reloj y giro mi cabeza, de lejos logro ver el auto de Jessi… la saludo con la mano, cuando se estaciona frente a mi - ¡Hola hermosura! ¿Estas lista para ir a la ciudad? -Me dice enérgicamente con una enorme sonrisa- - Si, lista… -Me abre la maleta del auto para guardar mi equipaje, procedo a subirme y sentarme en el asiento del copiloto- - ¿Y qué tal te fue, con la despedida? - Con mi jefe fue más difícil de lo que pensé, en la posada… -hago un mueca con mis labios- más bien se alegraron - ¡Jajajajaja! Tu siempre tan simpática - Yo no tengo la culpa, sabes que puedo llevarme bien con todo el mundo, pero en este caso el novio estúpido decidió pasarse de listo -Me encojo de hombros- - Bien, le avisaste a la corredora de bienes raíces que llegarías hoy - Si, le dije que llegaría en cuatro horas -Me pongo el cinturón y coloco mi cabeza en el espaldar del asiento- - Ok, bueno mañana te
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