Amaia Domínguez García León, Guanajuato, MéxicoPasamos esos tres inolvidables y hermosos días juntos Axel y yo, en los que nos amamos demasiado de todas las formas que fueron posibles. Yo nunca iba a poder olvidar ese hermoso fin de semana, pues era el primero de muchos que nos esperaban. Pero este fin de semana, en particular, marcaba una fecha especial en mi calendario.Volvimos el domingo en la noche y el chofer que nos llevaba de regreso, se estacionó en la calle de atrás de la casa de Ale para que Axel y yo, pudiéramos despedirnos, como siempre lo hacíamos.–Amaia, mi amor, gracias por este hermoso fin de semana, cariño – Axel me susurró al oído – Te amo, preciosa.No me quería separar de Axel, me iba a hacer mucha falta, no creo que pueda dormir sin él. Pero así había sido nuestra suerte, seguiríamos separados, pero los fines de semana serian totalmente para nosotros dos, sin nada ni nadie que se interpusiera.–Gracias a ti mi amor, todo ha sido magnífico y mágico. No quiero d
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