No le importaba más, que, si ella quería jugar este juego, entonces serian dos, que estúpido había sido pensando que cambiaria, que iluso estaba al pensar que ella lo amaría, todo el espejismo se estaba aclarando.Mantuvo su vista al frente, mientras la mujer subía al vehículo.-Al aeropuerto por favor, y si mi esposa se desea regresar luego de que paremos en él, llévala donde ella desee- Le indico al conductor, quien asintió en el vidrio retrovisor.Pudo sentir como la mirada de la pelinegra lo taladraba, pero no estaba dispuesto a mas, lo mejor para el seria empezar una nueva vida, lejos de todo, porque hasta Ann ahora, había llegado a su vida para darle un gran vuelco.El camino al aeropuerto se sintió eterno, la mirada de ella lo buscaba insistentemente, tratando de que posara sus ojos sobre ella, que conectaran miradas, pero no lo haría mas.Su mente se reprochaba cada una de sus acciones ¿Una vida feliz al lado de la mujer de su hermano? ¿De verdad? Que iluso era, un fantasioso,
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