50. Que comience el juego
Una vez llega la cena Luis decide que ha sido suficiente de trabajo, han clasificado los expedientes por orden alfabético y por caso, pero su objetivo es poder compartir y amarse al menos por unas horas, — Amor, ¿Cómo va Harry en las clases? — Es un niño muy inteligente como su padre. — Dirás como ambos porque tú también lo eres, porque yo me siento increíblemente afortunado de tener una mujer como tú a mi lado. — Tu siempre alagándome, ¿qué voy a hacer contigo? — Amarme como yo te amo nada más, ¿sabes?, sueño todos los días con despertar a tu lado, que seas lo primero y lo último que observo, darte un beso, ser parte de la vida de mi hijo, en fin, ser una familia de verdad. — Pronto, lo podremos ser, ya estamos más cerca de la meta, solo debemos ser un poco más pacientes. — Tienes razón, pero mientras eso sucede no quiero perder contacto con Harry, antes que hablemos con el de nuestra relación y que convivamos me gustaría que forjáramos lazos fuertes y para ello si estás de ac
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