Parte 3...Le gustaba el espacio y si iba a vivir allí no tenía ningún problema si estaba alejado del centro, siempre que tuviera mucho espacio.Durante este tiempo que estuvieron juntos, él empezó a aprender más sobre ella y también a mostrarse más, cosa que no hizo.Descubrió que, aunque era adicta al chocolate, sufría de urticaria y, a menudo, cuando comía chocolate se hinchaba, pero aun así no abandonaba el hábito. Esa era la parte obstinada de ella que no quería dejar de lado su placer.Dijo que era uno de sus pecados ocultos. Además, no podía comer mantequilla, algo que también le resultaba muy difícil.— Ah, cuando era niño era mucho peor. Y nunca he muerto.Eso es lo que respondió una vez que se comió una pequeña barra de chocolate y se le hincharon las manos. Parecía una respuesta natural y sólo pudo reírse con ganas.También se enteró de que estaba ayudando a su hermana con un gran pedido de muñecas, pero no dejaba que nadie lo viera hasta que estuvieran todas terminadas. Er
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