SaharUnas semanas después, estoy sentada en un avión, pensando porque diablos hable tanto. Tanila y yo hemos sido llamadas a Seobi por nuestro primo, quiere que estemos presente para su coronación. Estoy nerviosa, regreso a mi país en paz al fin y de cierta forma la felicidad me invade, porque, aunque mi nueva familia no pertenece ahí, son mis raíces.Al llegar fuimos recibidos en el aeropuerto con seguridad, Jamil entre ellos y Mohán. Me dio alegría verlos, nos saludaron respetuosamente, pues somos realeza según ellos. Por cierto, me encanto el tatuaje de mi hermana, le queda bonito y dice que no dolió tanto cuando la marcaron, lo cual me alegra. Mi hermanita es alguien fuerte, me ha sorprendido en serio.Cuando tuvimos que hacer entrada en el castillo, fue toda una parafernalia esto de los rituales y demás. La suerte es que mamá nos entrenó antes de aterrizar, pues ella vivió desde pequeña rodeada del imperio de nuestro país e incluso sin saberlo se casó dentro de ella. Toda una lo
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