Capítulo 21. No debe saber
Kevin abrazó a Briana, podía escuchar el ritmo desbocado de su corazón, pero no era por nerviosismo por él, era la respuesta del cuerpo a la infección, su piel caliente sudaba, más no eliminaba la fiebre y el olor de las bacterias le indicaba a Kevin que la cosa no estaba bien.Baly permanecía callado, más su miedo Kevin podía percibirlo. —Papá —murmuró Briana derrepente. —¿Briana? Ella no lo veía, sus ojos estaban cerrados. —Arrancaron tu corazón, yo vi tu pecho vacío, como puedes estar aquí, ¿vienes a buscarme?, no…, debo vengar tu muerte, no quiero morir. Un sentimiento de deja vu se apoderó de Kevin y se estremeció. —Ya Briana, estás a salvo. —¿Kevin? —Sí, aquí estoy. —No me hagas daño. Kevin no pudo soportarlo, se levantó y al abrir la puerta ya venía Ron cargado de indumentaria médica. Kevin le dio paso. —Dice incoherencias —murmuró Kevin. El médico no le hizo caso y empezó a conectar a Briana a aparatos para leer sus signos vitales, camb
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