Marcos observó a la mujer por un momento, tenía años de no verla. “Te espero en la sala”. El bajo y caminaba alrededor del lugar, sintió nostalgia, era su casa hace algunos años, la empleada estaba nerviosa, se preguntaba si tenía que llamar a la policía. Sonia bajó ya vestida, camino hasta el minibar. “¿Qué quieres, Marcos?”. Marcos la observó y preguntó. “¿Qué rayos le dijiste a Jaime? ¿Por qué me odia tanto?”. Sonia se burló. “La verdad, que su padre lo abandonó”. Marcos se acercó. “Eso no es cierto, yo he intentado verlo, pero él siempre se ha negado ¿Qué le dijiste?”. Ella se rio. “Creo que en algunas cosas exageré sobre tu partida y mentí, estaba molesta porque me dejaste”. Marcos se apretó los ojos. “No quiero pelear contigo, solo quiero dejar claro esto, nunca abandone a Jaime, desde niño les he dado todo lo que puedo, viven bien y he pagado hasta el último gasto de mi hijo”. Él pensó por un momento y le dijo. “El que Jaime no quiera verme fue extraño, pero pensé que pas
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