Eduardo no estaba en el auto a la mañana siguiente. El ex conductor me llevó a la gerencia de Paradise.Fui directo a mi habitación. Tan pronto como me senté, Nicolás abrió la puerta, junto con una chica delgada, de pelo largo, lacio, oscuro y de baja estatura, como la mía. Tenía grandes ojos marrones, así como pestañas largas. Y usaba anteojos redondos, lo que le daba un aire intelectual.- Esta es Eliete. - él advirtió. – Ha vuelto de vacaciones y será tu secretaria.- Buenos días a ti también, Nick. Lo miré irónicamente. – Bienvenida, Eliete. Pero serás mi secretaria por un tiempo. Pronto volveré a mi ciudad.- Lo dudo... - dijo yéndose.- ¿Nick?Volvió, mirándome.- Quiero cambiar mi conductor.Arqueó una ceja, curioso:- ¿Por cual motivo?- ¿Con quién hablo para intercambiar?- Me haré cargo de ello. ¿Te hizo algo? Qué…” Alteró un poco su voz, pero se detuvo. - ¿Qué sucedió?- Quiero al conductor que te llevó a ver el Resort. Eduardo es su nombre. Cubre los huecos de los demás. N
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