Me cautivó la mirada del sábado en cuestión. Se suponía que dos personas llevarían a Cadu a Manhattan. Entonces seguro que aparecería. Y si no fuera así, nunca volvería a pensar en él en toda mi vida. Lo sacaría de mi corazón para siempre. Me di cuenta de que Nicolás dijo que no estaba interesado en mí. Pero ¿quién era Nicolás para decir eso, si apenas conocía a Cadu? Y tampoco podía visualizarlos a los dos hablando abiertamente de mí, ya que no eran amigos.Llevaba un vestido rojo, con la espalda descubierta, girando la parte de la falda y un zapato nude de tacón alto, que me aumentaba diez centímetros. ¿Si pudiera caminar con él cómodamente? Claro que no. Sentí que podía caerme en cualquier momento. Lo bueno es que corría peligro de caer en Cadu, lo que sería perfecto para pintar un estado de ánimo.Empacamos y salimos de la casa de Alissa como de costumbre. En la fila, nos llamó Montanha, nuestro guardia de seguridad favorito, quien pasó por delante de todos, causando cierta irrita
Leer más