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Todos los capítulos de Leo, mi chico zanahoria: Capítulo 71 - Capítulo 80
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Momento incómodo
En el momento en que vio quien se encontraba afuera, Leo se quedó con la palabra en la boca. Era Claire, quien portaba un traje demasiado revelador en la parte superior de su cuerpo y lo miraba con una expresión radiante. Apenas podía reconocerla con el maquillaje, la peluca y todo lo que traía encima, sin embargo, había algo que era muy propio de ella: sus tiernos hoyuelos. Como estaba tan impresionado con la visita, apenas pudo reaccionar. —Cla… ¿Claire? —dijo tartamudeando—. ¿Qué haces aquí? La joven sonrió coquetamente, para después plantarle un beso en la mejilla y decir con tranquilidad. —Hola, pasé por aquí para ver cómo estabas —comenzó a decir, mientras entraba como si fuera dueña de la habitación—, ya ves que me fui rápido por la mañana y aproveché ahora que estamos en un receso antes del siguiente evento. La repentina intromisión de la cosplayer tomó con la guardia baja a Leo, que respondió con nerviosismo. —¡Ah! Bueno, creo que estoy bien. Je, je. —¡Oh! Qué bien. ¿Y
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Disculpas
El comentario de Leo sonrojó a Claire, que por un momento se quedó en blanco y su mente comenzara a darle vueltas al asunto: «¿Qué acaba de decirme? ¿Está celoso de que otras personas me admiren o solo porque se preocupa por mí como si fuera un hermano mayor? Aunque es más probable que sea esto último, porque solo quedamos como amigos». Por otro lado, el chico pelirrojo frunció el ceño extrañado al ver que su vecina lucía bastante contrariada e inmediatamente preguntó: —¿Qué sucede? ¿Dije algo malo? —¿Eh? Bueno… no realmente —respondió ella vagamente. Leo estaba a punto de decir algo más, cuando Mike entró de improviso a la habitación, pero se congeló al ver a ambos solos en la habitación. En realidad él había llegado apurado, con el objetivo de avisarle a su amigo que había conseguido la aprobación del resto de los integrantes del equipo para que pueda integrarse con ellos en la competencia. —¡Ah! ¡Hola! —saludó bastante agitado. La súbita intromisión tomó por sorpresa a la pare
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Otra persona
Minutos antes, luego del altercado con Leo, los compañeros de Mike mantuvieron su postura de no permitir que él se integrase al equipo. Ante esta situación, el líder del equipo intentó hacerlos cambiar de opinión. —¡Ey! Sé que temen que mi amigo no cumpla con sus expectativas, pero estoy seguro de que él será de gran ayuda —insistió. —¡No! —replicó Jerry, que aún seguía irritado por la amenaza de Leo—. ¡Ese tipo es un fanfarrón, no creo que sea bueno que esté con nosotros! —¡Por favor! —suplicó Mike—. Miren, sé que debí consultarles antes sobre la inclusión de mi amigo, pero los jueces ya saben de su anexión, así que les pido… Cuando él mencionó esto, Ian reaccionó iracundo. —¿Ya avisaste a los jueces del cambio de integrantes? —Sí, como líder del equipo, no puedo permitir que nos descalifiquen por la ausencia de un integrante —argumentó. —¡Siempre decidimos entre todos quién entra! —replicó Jerry, furioso por la decisión de su líder. —¿En qué momento? —reviró Mike—. Tenía 24 h
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Motivación
En el momento en que vio el nombre de Maddie en su teléfono móvil, Leo se congeló. «¡¿Qué rayos?! ¿Por qué ella me llama de nuevo? ¿Acaso las cosas no quedaron claras entre nosotros?», pensó confundido. Aunque el chico pelirrojo sentía curiosidad por saber la razón por la cual ella lo volvía a contactar, recordó que tenía un compromiso con su amigo, así que inmediatamente decidió apagar el teléfono para concentrarse en el juego. Sin embargo, cuando estaba a punto de cancelar la llamada, se confundió de botón y contestó accidentalmente, por lo que en la bocina se escuchó la voz de ella. —¿Bueno? Leo, ¿estás ahí? Esta situación lo puso nervioso y sin querer apretó el altavoz, hecho que llamó la atención al resto del equipo, quienes inmediatamente lo voltearon a ver con molestia, ya que ese sonido los desconcentraba. Entonces Mike le llamó la atención, fulminándolo con la mirada. —¡Leonard! No te traje aquí para que te quedes parado, ¡muévete de una m*****a vez! —gritó furioso, al t
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Reencuentro
Mientras se encontraba en la oficina, Maddie no podía concentrarse en su trabajo debido a que desde el día anterior no se había podido contactar con Claire. Estaba tan desesperada por hablar con ella y contarle lo sucedido con Jonathan para evitar que él le dijera algo que la hiciera quedar mal. Cuando podía, revisaba su aplicación de mensajería para escribirle un mensaje, pero cada vez que entraba, su ansiedad aumentaba al comprobar que ella no había visto lo último que le había enviado. —¡Ah! Claire, ¿dónde te metiste? ¿Por qué no ves mis mensajes? Eso no es propio de ti —murmuró afligida. De pronto, cruzó en su mente un pensamiento aterrador: «¿Y si ese desgraciado me engañó y se atrevió a cumplir con su amenaza de contarle la verdad a Claire? ¡No puede ser! Si lo hizo, eso explicaría la razón por la cual ella no contesta, aunque no tiene sentido, no la he podido contactar desde ayer, ¿en qué momento Jonathan pudo decirle?». Desesperada por encontrar a su amiga, decidió llamar
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Decepción
La maliciosa revelación de Jonathan dejó congelada a Maddie, que hasta ese momento jamás se le había pasado por la mente que Leo y Claire estuvieran juntos en alguna parte del país disfrutando de su relación, mientras ella sufría por la incertidumbre por desconocer el paradero de su amiga. Aunque estaba segura de que las palabras de su exnovio eran mentira, en el fondo sentía una especie de rabia de solo imaginar que el chico pelirrojo ya hubiera puesto en práctica sus consejos en la cama con su hermana adoptiva. —¿Qué estás diciendo? Ni siquiera conoces a Leo —señaló ella con desdén. —¡Ja! —se burló Jonathan, mientras disfrutaba ver a su exnovia sufriendo de celos—. ¡Por favor! Claro que lo conozco bastante bien. Leo es bastante influenciable, que solo bastaron unas palabras para que fácilmente cayera en los brazos de la odiosa de Claire. —¿Qué le dijiste? ¡No! ¿Cómo es que conociste a Leo? —¿Acaso no te contó? Vaya, parece que no lo conoces bien —señaló Jonathan sarcásticament
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Caballero rojo
Tras la primera ronda, el equipo se reunió en una habitación que les habían destinado los jueces, para que pudieran esperar los resultados de la siguiente competencia. Como Ian y Jerry se mantenían recelosos de la inclusión del chico pelirrojo, el ambiente en el lugar se volvió un poco incómodo. Es así que, a través de una enorme pantalla, los resultados empezaron a transmitirse en directo y al poco rato apareció la tabla de posiciones, en todos pudieron observar que el “Escuadrón Rojo” se había catalogado en la primera posición con 900 puntos, la más alta de todas. Al ver esto, todos estallaron de euforia. —¡Venga! —exclamó Mike. —¡Sempai, lo conseguimos! —añadió Dan mientras se pegaba como chicle a su compañero. Leo estaba sorprendido con las puntuaciones, así que se acercó para verificar que estaba viendo bien. —¿Qué significa que nosotros tengamos 900 puntos y los demás no hayan alcanzado los 700? —preguntó confundido. Ante esto, Jerry se levantó y respondió con seriedad.
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Gesto confuso
Claire no estaba segura de qué la emocionaba más, si el hecho de que tenía una cita con Leo o que este la tomara de la mano, pero se dejó llevar gustosa hasta el ascensor. Cuando el aparato comenzó a bajar, el chico rompió el silencio. —Perdona que no me haya puesto en contacto contigo antes —comenzó a decir con una expresión avergonzada—. Es que el torneo fue bastante demandante y más que era mi primera participación… —¡No te preocupes! —interrumpió Claire, con una sonrisa gentil—. Entiendo que debías estar muy concentrado en la competencia y así dar lo mejor de ti. Incluso yo también estuve ocupada, ya que tenía que cubrir unos compromisos como “Violeta”. —¿Ah sí? ¿Y qué tanto hiciste? —preguntó Leo bastante intrigado. —Bueno, en paralelo al torneo de videojuegos también hubo una competencia de cosplay, a la cual fui invitada a participar. —¿En serio? Me hubiera encantado ir a apoyarte —se lamentó Leo. —No fue la gran cosa —aseguró Claire con cierto desánimo—, gané el tercer l
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Beso repentino
Leo casi se fue de espaldas al comprobar con sus ojos el alcance que había conseguido con su participación en el torneo de videojuegos, que por un momento se quedó sin palabras. «¡Qué m****a! ¿Cómo rayos pasó esto? Jamás imaginé que tendría tantos seguidores en poco tiempo, esto… esto es increíble», pensó confundido. En tanto, Claire miraba con ternura los gestos de asombro de su vecino, quien lucía como un inocente niño anonadado con un maravilloso premio. Como él seguía sin decir nada, se atrevió a preguntar. —¿Qué piensas del éxito que conseguiste en tan poco tiempo? ¿No te parece genial? —Bueno, es que… no puedo creerlo —respondió tímidamente. —¡Pues créelo! Te lo mereces —comenzó a decir emocionada—. ¡Es más! Todos piensan que eres sensacional, lo cual es una buena señal de que reconocen tu talento como gamer. Las palabras de su amiga no convencieron del todo al chico pelirrojo, quien aún seguía asimilando el hecho de que había conseguido tanta popularidad gracias a una act
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Extasiados
*ADVERTENCIA: El siguiente capítulo tiene contenido erótico no apto para audiencias menores de 18 años. Se recomienda discreción. «¿Cómo es que Leo me está besando? ¿Acaso está tan ebrio para darse cuenta de lo que hace?», pensó confundida Claire ante el repentino contacto de su amigo. Aunque por un momento ella consideró apartarse de él, en el fondo deseaba que ese momento durara para siempre, aunque esto signifique perder su amistad. De pronto, comenzó a sentirse tan embriagada a causa de los avances del chico pelirrojo, quien empezó a acariciar sus caderas con tanto deseo. Estaba tan excitada, que olvidó por completo que ambos se encontraban en el pasillo y alguien podría verlos en una posición tan comprometedora. Leo, por su parte, se comía la boca de Claire, anhelando probar todo de ella, que ni siquiera era consciente de sus actos. Como estaba ebrio de deseo, solo anhelaba meter sus manos debajo de la ropa y conocer la suavidad de su piel. Claire sintió que su amigo era dema
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