Sasha la levantó en sus brazos para subirla a la habitación principal de la casa, donde lo único que había era una gigantesca cama con mantas y cojines blancos que estaban esperando por ellos para terminar totalmente manchados.Sol no podía dejar de besar a Sasha, su boca era deliciosa y ella solo quería probar más y más de aquellos labios que la enloquecían.Cuando Sasha puso sus pies en el suelo, Sol puso la mano en su pecho empujándolo suavemente hasta que terminase sentado en la cama y aun sin música comenzó a bailar mientras que Sasha se desabrochaba su cinturón sin dejar de mirarla embelesado.Sasha no quería perder el tiempo, solo quería sentirla, tenerla, hacerla suya. Entonces sacó su enorme miembro erecto de su torturante confinamiento y Sol se quedó sin aire cuando lo vio, porque sabía que aquel hombre era grande, pero lo que estaba viendo superaba todas sus expectativas y cuando ella se acercó Sasha tiró de ella para sentarla en su regazo.–Así es como quiero bailes para m
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