ELISE. Miro de nuevo para atrás mientras el auto se aleja, suspiro porque no me esperaba ver a Martin ahí, y mucho menos que haya pedaleado desde su casa hasta la mía, solo para invitarme a la fiesta de celebración por la firma del contrato. El pedaleo desde su casa. Con razón estaba agitado, sudado y cansado, pero se lo veía sumamente feliz, dichoso y alegre, muy diferente a como quedó cuando me subí al auto. Triste, decepcionado y decaído. Vuelvo a suspirar, y pienso en Martin, en todo lo que hemos pasado y noto que mi corazón late más rápido y me siento necesitada de verlo. ¿Acaso ya me enamoré de Martin Wesley? — Elise — miro a Franco —¿Estas bien? — cuestiona poniendo su mano sobre la mía — No, si, no — sus cejas se unen en confusión —Solo vamos al lugar — le sonrío y él sabe que le miento, pero me ignora Mientras estamos en su habitación, y nos besamos pienso en Martin, pienso en sus besos, pienso en sus caricias, en la forma en la que ese niño tímido, callado e insegu
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