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Lacayo propasado.
Narrador Omnisciente. Alaia no paraba de caminar de un lado a otro, no imaginaba cómo serían sus días en el inframundo, porque verse a sí misma encerrada en esa habitación donde supone que ya no debe estar presa, puesto que de quien huía o se escondía está a pasos de ella por más que evitó esa cercanía o estar en ese lugar.«Cuál es mi lugar aquí» se preguntaba, pero Zain no le tenía prohibido salir.Creó un mohín cuando vio sobre la cama ropa que parecía ser para ella, y lo único que le extrañó fue que en esta ocasión no era de color oscuro, sino que era un vestido amarillo y recordó tener uno demasiado parecido como si fuera una copia exacta, por lo que se aproximó a un armario bastante grande y cuando lo abrió quedó pasmada porque todo lo que había allí dentro eran copias exactas de la ropa que utilizaba. —¡¿Qué es esto?!— musitó perpleja. — Él nunca estuvo lejos de mí— se tapó la boca con la mano derecha, mientras que con la otra se agarraba la cintura. ★Eso deja claro que no
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Rey manipulador.
Narrador Omnisciente.En cambio, Zain no respondió nada, sino que se perdió en esa mirada azul y se quedó deleitado al tenerla agachada delante de él con tan poca tela cubriendo su piel.—Si cumples lo que te he pedido, yo seré capaz de mostrarte lo que he hecho con Smil—. Zain alzó la comisura izquierda de los labios por qué el ratón quería jugar con el gato equivocado.«Me consideras el sirviente estúpido, deslumbrado con la belleza de su señora. El juego está subiendo de nivel» pensó Zain guardándose las carcajadas bien dentro para no dejarlas salir.—Déjame ver si vale la pena perder la cabeza por lo que tienes para darme— Alaia esperaba que él le dijera que la llevaría y luego buscaría la manera de asustarlo, pero le salió mal el cálculo.—Aquí no…, Daren puede venir o aparecer, no sé— ella palideció, pero más aturdida quedó cuando terminó por jalar su cuerpo dejándola en la cama debajo de él.—El rey está ocupado por lo que no vendrá— se acomodó un poco más entre sus piernas.—S
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