HarryMe sentía afortunado al tener a Summer Winston junto a mí. No sé qué me había hecho esta chica, todo de ella me parecía perfecto, su hermosa piel blanca de porcelana, esos labios que me volvían loco, sus pestañas largas como la noche, y ese precioso cabello rubio. Diablos, ella era la definición de perfección. Ella es mi hermoso ángel.En verdad quería que las cosas con ella vayan bien, intentaba abrirme y de repente el miedo a que me vuelvan a lastimar estaba ahí, impidiéndome ser feliz.Extendí mi mano y con la yema de mis dedos comencé a acariciar su cara, al llegar a sus labios, pasé mi dedo pulgar sobre estos. Sum hizo una mueca y abrió los ojos poco a poco, genial la había despertado. Estaba disfrutando verla dormida.—Buenos días hermoso ángel — dije sonriendo de lado.SummerDesperté al sentir cosquillas por todo mi rostro. Al abrir mis ojos, sonreí al tener la imagen perfecta frente a mí. Harry Ward, recién despierto, con su cabello despeinado y sin camiseta.—Buenos dí
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