Capítulo 32. Sí quiero
Mientras bajamos en el ascensor, pienso en los últimos acontecimientos de estos días. Ahora entiendo, que no me dejara hablar con el organizador de la boda, tanta ropa en la maleta, estar separados todo el día de hoy…todos son cómplices.-Os volvió locos, verdad? –pregunto a mi suegro, pone los ojos en blanco sonriendo, me empiezo a reir –lo estoy imaginando.-Te quiere muchísimo, quiere lo mejor para ti –hace una pausa, pero estoy segura que esta conversación no ha terminado –te considero una hija, te voy a llevar al altar como tal. Os merecéis esto y más. No os preocupéis por los negocios, tus hermanos y yo, nos encargamos de todo, hasta vuestra vuelta.-Gracias, me hubiera gustado ir del brazo de mi padre, pero encontré un buen sustituto –le doy un beso en la mejilla, a la vez que la campanilla del ascensor suena.Esta zona del hotel, est&a
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