MEGANTodo va a estar bien, o al menos eso es lo que no dejo de repetirme una y otra vez, mientras Brandon se sirve agua de una botella que le ha dado la azafata, no quiso que nos fuéramos en algún avión privado, por temor a que Morgan, Gabriel o cualquiera se enterara, nos rastreara, por ello, usó identificaciones falsas, para que nadie nos reconociera. Cuando le expuse que pensé que todo el mundo conocía a los Lewis, él dijo que a dónde íbamos no, eso me dejó callada, sin aliento, sin palabras. Así que estoy pasando las peores o más extras horas de mi vida, no importa a que posiciones recurra para no tener que cruzar la mirada con él, encuentra una excusa para tocarme. Ya sea colocar su mano sobre mi pierna, o simplemente recostar su cabeza entre la curvatura de mi cuello, me incomoda, aunque trato de fingir que me parece bien, y por supuesto, a cada segundo me pregunto si Morgan ya se habrá dado cuenta o no, de mi ausencia. Lo más probable es que sí. —Disculpe, señor, ¿se le of
Leer más