Lucían observó la nube roja en el rostro de Catherine y, efectivamente, la había avergonzado. ---Eres muy afortunada, ya que todavía soy joven y me encuentro en buena forma. De no ser así, podría enfermarme. No había ninguna acusación en sus palabras, y Catherine se sintió inexplicablemente avergonzada. Eso fue suficiente, no lo obligó a dormir en el sofá. Él decidió quedarse. ¿Por qué la acusa? Ella estaba un poco enojada, y hablo sin ser educada. ---¿Crees que soy cruel? Bien, si sigues con eso, hoy seguirás durmiendo en el sofá. ---¡Ja, ja, ja! Está bien, me iré a la cama. Lucía se levantó sonriendo y se puso en pie de forma obediente. ---Dormiré en la habitación de Bella y tú te acostarás más temprano. No es sano para él bebe. Catherine se sorprendió otra vez, pensó que Lucían no tendría ningún interés en ella. Al llevarlo a la habitación de Bella, Lucían se detuvo por un momento y se volvió para mirarla. --- ¿Tienes hambre? ---No, no estoy bien. Ella acababa de comer un
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