Capítulo 24. De lo que nos salvamos
Nero casi sintió que le faltaba el aire de los pulmones, la mujer que había amado, a quien le había entregado toda su vida, había planeado matarlo con su mejor amigo y hasta sin él."¿Estas bromando con eso, Raí? Porque no es para nada gracioso, ¡para nada!"."Yo no bromeo con nada de eso, amigo mío, y eso lo sabes mejor que bien. Esa mujer intento matarte y el frasco que tiene Luz aun en su poder, contenía el veneno que te daría"."¿Luz tiene aún el frasco con ella?""¿Y tiene veneno dentro? Sí, pero ella no lo quiere usar en ti. Lo siento, lo presiento y confió en ella incluso a ciegas"."¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?""Porque ella piensa en ambos, en ti y en mí, imbécil. ¿Cuándo tu mujer te dijo que me trataras con cuidado? ¡Nunca! Así que aterriza, cerebro de cacatúa".Negro se quedó pensando en silencio por un momento mientras intentaba asimilar todo lo que su lobo le había dicho.Si era cierto que su difunta mujer lo había intentado asesinar, eso solo podía significar qu
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