Más tarde, el Alfa Angelo había salido a tomar un poco de aire, últimamente se sentía incómodo, malhumorado, cómo si algo o alguien le faltara, esa sensación jamás la había sentido y era jodido, muy jodidoDe tanto dar vueltas por ahí, de pronto su lobo Legoshi, reaccionó ante un delicioso aroma que lo llamaba, Angelo, siguió el aroma excitado, éste lo condujo a la hermosa osa Cecil, ella dormía sobre las flores, parecía una bella hada, su belleza era extraordinariaCecil se había quedado dormida después de haber hecho algunos trabajos domésticos, estaba cansada y sin querer la venció el sueñoAngelo, apenas la vió, su lobo Legoshi, saltó de emoción, quería tocar a su luna, abrazarla, hacerle el amor, pero Angelo no se lo permitió, el hombre estaba decidido a no emparejarse aunque lo deseara con todo su ser Cecil se veía tan hermosa y pura, Angelo se puso de cuclillas para tocarla, el lobo le rozó las mejillas con sus dedos. - ¿por qué te vez tan encantadora? ¡no quiero que me gustes
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