El clima empezó a cambiar drásticamente, las nubes comenzaron a arremolinarse y por la dirección del viento, no tardaron en caer las primeras gotas, por su olfato pudo deducir que se acercaba una tormenta y de las buenas. Mateo acomoda a su pareja con mucho cuidado en el asiento trasero del auto, al observar su rostro puede ver cómo comienza a sudar frío, sin muchas opciones y considerando el mal tiempo fija el GPS rumbo a su apartamento. En caso de haber sido un envenenamiento, como todo parecía indicar, el culpable aun debería estar cerca, de seguro permanecería alerta con tal de terminar el trabajo y ajustar cabos sueltos, era una oportunidad de atraparlo con las manos en la masa, una oportunidad que debería dejar pasar debido a que el delicado estado de salud de Micaila era más apremiante en estos momentos. Al llegar a casa la acuesta en el cuarto de invitados, se dirige al baño, toma un recipiente con agua y una toalla, suavemente comienza a pasarle el paño por todo el cuer
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