Ava DeCostello MiamiPasamos al zoológico, estaba un poco difícil el acceso para algunas personas, entre ellas incluido Eryx, no venía con los zapatos tenis adecuados, ya que los que traía puestos mi esposo eran unos de tipo casuales y aquí se necesitaban como tal, zapatos tenis deportivos o mínimo, los especiales para caminar. Yo podía caminar sin problema, pero Eryx no y fue tan notorio eso que, Helen se acercó muy linda a ayudarlo.–Chicos, veo que necesitan ayuda – Nos dijo ella sonriente – Ava, tomaré del brazo a tu marido, no se vaya a caer y entonces sí, se nos lesiona aquí.–Por favor, Helen – Respondí agradecida – Es que, mi marido no trajo los zapatos tenis adecuados y el pobre, está con miedo de resbalarse y caer.–Gracias Helen – Dijo Eryx, agradecido – Nunca pensé que, había zapatos tenis específicos para hacer, actividades tan rudas.–No es rudo caminar, amor – Le dije divertida – Pero sí, en definitiva, esos que tú traes puestos, son solo para caminar y en la ciudad.–
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