Eryx DeCostelloNew YorkEsa noche después de cenar con mis abuelos y con mis demás familiares, yo me subí con Ava a la limusina que nos llevaría de vuelta a su hotel. Al llegar, ella me tomó de la mano y me atrajo para darme un acalorado beso, me tomó de sorpresa porque nunca me había besado de esa forma, con urgencia y desenfreno.Sus besos me encantaban y me volvían loco, pero esa noche sentí en ese beso que nos dimos al llegar a su hotel, algo diferente, sentí un poco de miedo de su parte, porque parecía que no me quería soltar o terminar el beso.–Gracias por esta maravillosa noche, Ava y por aceptar ir a cenar con mi familia, para que al fin te conocieran – Le agradecí – Ha significado mucho para mí.La aceptación de nuestras familias también influenciaban en la toma de decisiones, aunque ya fuéramos adultos, siempre esperábamos que nuestros familiares aceptaran a tu pareja, era como una especie de bendición, así lo veía yo.–Por nada Eryx, ha sido una bonita noche, pero estoy d
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