Ava Janssen LondresDespués de haber hecho el recorrido, por fin llegamos a Bristol, necesitaba con urgencia despejar la mente, el cambio de roles tenía que salir a la perfección, cuando en la empresa anterior habían esos problemas yo siempre asistía de mano derecha, nunca como la gerente, jefa o presidente de la compañía, este me parecía un reto que estaba dispuesta a cumplir.Entramos al estacionamiento del hotel, enseguida un botones, bajó las maletas de la cajuela, y las acomodó en el carrito porta equipaje.–Buenas tardes, señores, bienvenidos al The Bristol Hotel – Nos saludó el chico.–Muchas gracias. – Contestó Eryx.–Muchas gracias. – También dije yo.– ¿Los llevo a la recepción para que se registren o ya tienen alguna reservación?–Ya contamos con una reservación, muchas gracias, ¿si eres tan amable de dirigirnos?–Claro que sí, señor con gusto.El chico se nos adelantó, nos tomamos de las manos y lo seguimos, este hotel era uno de los más lujosos de Bristol, cuando Eryx me
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