Era invierno el frío azotaba fuertemente, pero ella calentaba el corazón del Imponente hombre que la esperaba en el altar, ella vestía un hermoso vestido blanco su dulce carita seguía conservando aquella dulzura con la que él le recordaba, pero esta vez su mirada había cambiado. Sus pasos contenían la seguridad de aquella decisión que habían tomado sabiendo perfectamente que un Matrimonio era para toda la vida y ellos estaban seguros de querer estar unidos hasta la eternidad. La Iglesia estaba fuertemente custodiada, pero no había enemigos tan potenciales que pudieran enfrentar al hombre que tenía una sonrisa coqueta, pero a la vez sí estirpe de peligro no lo abandonaba jamás. Cuándo David entregó a su hermana al Mafioso más peligroso, poderoso e inteligente le estrechó la mano - Tuviste una segunda oportunidad espero que lo sepas aprovechar - Amara también dejó escapar una pequeña sonrisa. Alexander Michael Santoro Acepta por esposa a Amara Mariel Muller como esposa, para amarla
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