Furiosa y con la presión a mil, volví a entrar hablando mierda y media con toda la intención del mundo de que ella me escuché. De Marshall lo he aprendido, no importa que bajito hablé si está cerca va a escucharme. Ya es bastante malo lo que Marshall le hizo, entiendo su preocupación, pero eso no era excusa, fui yo quién lo saco así que fue mi culpa y si algo me hubiera pasado también habría sido por mi culpa. Por desobediente, no tenía por qué desquitarse con Ben.Pero que ella que no pinta nada aquí, apenas lleva tres días y ya se cree con el derecho de venir a golpear a quien se le pegue la gana solo porque si, eso sí que no. Entre a la cocina donde estaba María, como ya lo esperaba, ahí encontré a la pelirroja sentada muy Tranquila.Reía hablando con María, cuando me vio me barrió con la mirada de forma despectiva y continúo riendo alegremente. Mi autocontrol se fue a la mierda al verla como si nada, sin mostrar el más mínimo interés a lo que había hecho.— Ve y discúlpate con
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