POV ZAHIRA No digo nada durante todo el trayecto hacia la casa de Allarik, detesto cuando me trata como si yo fuera un adorno el cual él puede mover de un lugar a otro cuando le venga en gana y no es así, con esto una vez más queda confirmado que de donde provengo solo hay puros hombres machistas, orangutanes y arrogantes.Miro por la ventanilla del auto para no observarlo a él, en mi interior se arremolinan una mezcla de sentimientos y deseos que creo que explotarán en cualquier momento si no los saco de una u otra forma. Pero no quiero tocarlo, no se lo merece y no pienso seguir abriendome de piernas cada vez que el chasquea sus dedos. Sigo creyendo que aún poseo algo de dignidad, poca, pero aún la tengo.A medida que Allarik avanza por la carretera del risco, las pequeñas embarcaciones que se encuentran resguardadas en Port Hercule se van volviendo cada vez más diminutas, no me cansaría nunca de ver el paisaje que ofrece las casas ubicadas en la zona más alta del risco de Saint Ma
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