Después de una larga semana volví al hogar más cálido que no pude ver pedido en años, Jacob me tenía una sorpresa al recogerme en el aeropuerto, manejo por una hora hasta llegar a un condominio cerrado de gigantescas casas pobladas con arboles hermosos, no estaba entendiendo porque habíamos llegado a este lugar, pero él no me decía ni una palabra. Un hombre alto abrió las grandes puertas y mis ojos quedaron pepones al ver semejante hermosura de cabaña. Jacob acomodo su auto frente a la brillante casa, me baje del auto con tanta admiración que al darme la vuelta mi hombre estaba arrodillado con una cajita negrita. “Mi amada Helena la primera vez que te propuse matrimonio me sentía el hombre mas nervioso de las faz de la tierra, pero sabia que lo estaba haciendo con la mujer mas grandiosa del mundo, por circunstancias no morales me alejaron de ti perdiéndolo todo por mucho tiempo, mi alma se descompuso en el licor, descuide la empresa, te buscaba por cielo y tierra hasta que un día todo
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