CAPÍTULO 101. Una nueva aventura
Seis años después.Sammy sonrió viendo cómo Alejandra saltaba por encima de su padre, agarraba la sillita pequeña que estaba detrás de su mesita del té y le daba con ella.—¡Alejandra! —gritó su madre y la niña se quedó paralizada, con los ojos muy abiertos, mientras Darío se frotaba la pantorrilla—. ¿Por qué le estás pegando a tu padre con eso?La niña hizo una mueca y luego se encogió de hombros.—¡Pues es cuando papi está en la jaula tú siempre le gritas «dale con la silla»! Y él nunca tiene… pero yo ahora sí tengo —respondió como si eso fuera justificación suficiente.Sammy levantó un dedo y abrió la boca, pero entre la mirada interrogante de la niña y la de su padre, no había argumento posible.—¡Pues o se portan bien, o tú no peleas más —amenazó a Darío—, y tú no vas a ver más a tu padre pelear! —le advirtió a Alejandra.—¿Y si no nos llevas a Ángel y a mí, quién te va a ayudar con las apuestas? —replicó la niña con sorna y Sammy le lanzó a la cara un almohadón que la dejó senta
Leer más