Ella toma su rostro, y lo besa, el responde sin dudarlo, la toma de la cintura, algunos niños han salido y comienzan a rierse. —No necesitamos nada de eso mi amor, solo nuestros amigos, y tu padre, tenemos todo, la capilla, el Padre, nuestros seres queridos con nosotros, estos niños que te adoran, para que llenar de gente innecesaria una gran iglesia, si las personas que nos quieren y nos desean cosas buenas caben en este pequeño espacio. —Pero Meliss. El mira a todos lados, esta inseguro de aceptar, ve a la pequeña salir de la capilla, el padre y a Sofía, no sabe que decir. —Casate ya conmigo mi amor, sabes que te amo, y tu quieres amarme, no necesitamos nada mas, tarde o temprano lo haremos, que nos detiene en hacerlo ahora mismo, quiero ser tu esposa, quiero pertenecerte hoy mismo mi amor. Los ojos de Melissandre brillan de esperanza, no es que no quiera hacerlo, pero el pensaba en una gran boda, a primera hora el lunes deseaba contratar a las personas necesarias para que ell
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