Mis días de recuperación fueron muy aburridos en casa, lo único que me levantaba el ánimo era recordar la caricia del Beta más lindo de toda la manada Jade. Aparte de eso solo pensaba en marcharme lejos. Pero ver la mirada de tristeza de mi madre me hace dudar, tengo que buscar una buena razón para irme… además aquí estoy más segura de esos cazadores, a pesar que ese Alfa es un rufián. Ya me sentía mejor, han sido días de agonía con ese dolor, podía moverme sin vendajes… al bajar de mi habitación la casa estaba repleta de regalos, arreglos de flores, comida que llegaba todo los días… medicamentos y médicos que rechazaba de inmediato. solo aceptaba la visita de Beyota. 

Sus palabras ya no me lastimaban, al ver el rostro del Alfa frente a nosotras, ella se cayó y eso me dio más coraje… Nadie conoce lo malvado que es ese hombre y todos aquí lo idolatran. El Alfa quiere mantenerme controlada, solo para que no intervenga en la relación de su hermana, para que no le diga a nadie de sus mentiras y Misi me detesta porque piensa que quiero entrometerme en su conquista.  Me doy la vuelta y caminó rápidamente a mi camioneta, con algo de dificultad la enciendo y conduzco hasta la plaza, solo me estaciono y me pongo a pensar en mil cosas, mi cabeza estallara en cualquier momento… me siento tan abrumada, debo hacer algo para ser feliz, para que los demás dejen de pensar que los quiero lastimar.  Llamó a la única amiga que me e

Prosa   – Kai, Kai… que ocurrió?... porque Alana salió así del bar. _Beyota le indaga, ya que fue detrás de la chica pero no la logró alcanzar, con una mirada de preocupación se acerca al Beta.   – Algo muy malo Beyota… algo muy malo acaba de pasar… _le respondió Kai quien sigue mirando hacia la dirección que se fue Alana.    – tiene que ver contigo y Alana. se lo dirás al Alfa… _Beyota lo mira y este hace lo mismo hacia ella   – Por el momento no. Desearía que no fuera así, no será tan fácil desde ahora.    Narra Alana   Es el momento justo para morir, no veo dirección, ni estoy orientad

Suspiro rendida, no se porque el Alfa me pedía ir hasta su mansión, solo necesito decirle que me marcharé y que no tome represalias con mi familia.  Antes de irme me encontré con Beyota, pero tenía una actitud algo fría… Aun así le sonríe, me equivoque al pensar que con una sonrisa la contestaría, me duele tanto su frialdad… solo dejo las palabras en el aire y se marchó, ni tan siquiera me regaló una mirada. Dado esto, me siento más segura de mi decisión.  Conduzco mi camioneta hasta las villas. Mi cabeza se siente abrumada… No sé si realmente es lo que necesito, pero quiero hacerlo; quiero huir de este lugar lo más rápido y lo único que me dolerá es alejarme de mi madre. Leer más